Si es

Si te digo que me cansé
es porque mal me diste el número
del vehículo que me iba a recoger,
o tal vez me cerraste el tráfico
en horario de punta, para hacerme
retorcer lento y ahogado en el propio
humo de los que rodean el maldito paradero.

Si te digo que me matas
es porque siempre aguantaba el humo
sólo para verte más tarde,
sin pensar si tu querías.

Si te digo que me voy
es porque intento buscar en tu cara
algún atisbo de temor y desazón,
para quedarme igualmente, ya que no
quería alojamiento en otra parte.

Si te digo que no más
no me creas.

Si te digo que te amo
es que es verdad.

Si te digo que te odio
es porque te amo como nunca.

Si te digo que te espero
es que te espero.

Si te digo que respondas
es porque no soporto silencios
que me incomodan, dudan y queman;
por no saber o estar seguro de si acaso
es algo compartido.

Si te digo y susurro al oído
es porque quiero gritarlo.

Si te digo que me encantas
es porque embobado estoy mirándote,
mientras sonrío inconscientemente
al sentirme pleno con tu brillante
figura en mis ojos.

Si te digo nada
es porque tengo todo.

Si te digo todo
es porque no quiero que te vayas.

Y si te vas y no te digo nada
probablemente sea falso.

Y si caigo muerto después de tu salida
es porque no aprendí a vivir
fuera de la jaula.

Y si lloro y grito después de tu salida
es porque te dije todo y
aún quedaba todo.

Y si me maldigo después de tu salida
es porque no aprendí a hacer planos
sin tu estructura de edificios.

Y si te llamo después de tu salida
es porque sigo desesperado sin lograr
ver mi salida.


Y si no te diste cuenta...