lunes, mayo 09, 2011

La virgen

Vámonos, rompiendo canones,
cargando cañones,
volando cabezas,
cagando cabezas.

Pudriéndose en ruedas
de tractor,
tirándonos del cerro,
ese cerro donde mataron
al milico ese, al conscripto;
donde la virgen nos miraba,
donde rezábamos cuando chicos,
ahí.

Clí-.

Viejos clichés, tomados de un antiguo tazón,
la receta de droga de la abuela.

Quizás en qué puta y mal parida época
daba resultado esta maldita sensibilidad
y aprehensión de la que se aprisionó
aquél día de calor, de sol.

En una esquina rescatando postes olvidados,
ha de rearmar el árbol,
ha de pasar otoño por verano.

No es navidad.
Es muerte sin su tercer día.

domingo, mayo 08, 2011

Lícito

Cohesionado, absolutamente, con la vara
amarrada al cuerpo, evitando dejarlo caer.
Tres veces al aire,
un azar en la moneda del destino.

Hay todo un futuro por delante.
Por delante de la muralla
que yace al frente de él,
como epitafio, como finalis.

No hay escaleras
en esta estupidez plana.

Formal

En esto de que las cosas
son más dulces cuando no se buscan.
Cayéndose de la cama,
cayéndose de la cara todas las mañanas
sin buscar nada, pero gritando
para encontrar todo.

Una alarma, una señal
en el bosque aquel
del día en que nací,
que sólo yo conozco.

Legalmente atrapado,
incorporado sin comisión,
sin interés...
Codificando lento, seguro,
aberrante, callado.

En silencio para disfrutar,
hablando para seguir haciéndolo.

Son gestos que no necesitan definición.

No soy esa clase de artista
que improvisa sus movimientos,
mediocre pero sincero.

Surge como respuesta
a un instante feliz
que no esperaba.
Ahora no lo quiere dejar.

lunes, mayo 02, 2011

Gato, gatito

Gato, no me mires con tus ojos de gato,
y tu cola de gato.

Gatito, no soy yo el que te da de comer,
no soy yo el que donó su cascabel.

Minino, no soy yo el que cocinaba jurel,
ni el que te daba pastel.

No me mires con tus ojos de gato,
tu bigote de gato.

Don gato, no soy más inteligente que usted,
usted es más ágil que yo
y yo sé como errar aquí,
usted sólo lo hace naturalmente,
yo he incrustado mis propios deseos
en mis defectos,
usted es más adorable que yo.

Cachupín, no me rasguñes con esas garras,
ya aprenderé, pero no a la mala.

Infentud

Cené, cené encerrado en esa celda,
quería jugar Zelda, Zelda.

No pude seguir obviando la naturaleza,
no ahora.

Sigo siendo un niño con responsabilidad indebida.
Maté a ese hombre.

Puerto

Tristes naves vuelven a su hogar,
comentan, conversan sobre dónde mierda estaban.
Triángulos de la muerte,
geografía accidentada de una zona sin dueño,
el sueño de cualquier idiota,
todos matan y nadie culpa.

Mataría por volver a morir,
pero no por volver a nacer.

Solíamos salir a pescar en la noche
y esas noches de luna llena,
donde perdíamos el dinero
y vomitábamos juntos apuntando al inframundo.

Quizás vomité mi propia tumba.

No causaba gracia
escuchar los ecos silenciosos
de esas trampas que Dios nos puso
antes de salir a pasear el perro,
no causaba gracia el que supiera
todo lo que nunca jamás dijimos,
ni lo que pensábamos.

No era lo mismo.

Y entonces llega la nave,
atacada por la amnesia,
cerca hay otra nave que intenta repararla.