Pasé mis días de locura
más sobrio que nunca,
y mi lucidez con resaca
de los mil demonios
perdiendo el sentido
cada vez que intentaba
comunicarme para decir nada.
Pasé mis días de poeta
encerrado engordando triste,
y mi idiotez escribiendo
cosas a las varias musas
que me hacían sentir poeta
cuando escribía en bolsas
de basura llenas a tope.
Pasé mis días de estudiante
pensando en acabar luego,
y mi libertad en volver
para no terminar.
Pasé mis días de músico
en la cama con audífonos,
y mi desaire cantando
sin sentido alguno.
Pasé pases falsos,
di la mano al diablo
rezando al ángel.
Pasé tormentas destructivas,
vi tu cara en nubes
cargadas.
Pasé canciones bailando,
la pista se caía
quebrada en vergüenza.
Pasé pensándote.
Pasé ideando.
Pasé frenando.
Pasé iluminando.
Pasé marepotos y tusunamis.
Pasé fumando.
Pasé con una cerveza.
Pasé sentado.
Pasé humillado...
Hoy es distinto.
Es hoy.
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