viernes, diciembre 05, 2014

Una expectativa

Te diré que lo anhelé toda la vida,
trepando hasta allá arriba,
esa cúspide de labial
recién pintado.

Recién pintado.

Que cayó una expectativa
en cuanto me ensucié
con esa pintura,
y lo intenté ocultar.

Que cayó una expectativa.

Un movimiento me deja
esperando recogerla
o ahogarme con ella

y la tomo pero pesa,
pesa y entonces nunca supe nadar,
antes sí,
entonces no,
nunca supe nadar,
nunca supe medir lo que sabía y lo que no.

Y entonces se ahoga,
una expectativa se ahoga
y me ahogo con ella,
pero no soy mártir,
sólo no supe subir,
no pude, tampoco.

Me sé todos los comentarios
y sugerencias posteriores
(esas sí que me las sé)
y créeme,
te suplico que me creas
que ninguna de tus luminosas ideas
me sirven, no a mí.

Pero da lo mismo,
si yo sé que da lo mismo:
ese desgaste adicional
no trae un gran premio para ti.

Cada vez que el agua me expulsa
relleno esa piscina
con mi propia frustración.