jueves, diciembre 23, 2010

Gotas antropomorfas

Esa muchedumbre que
me ataca sin saberlo...
Es una masa uniforme
y me siento solo, y es contradictorio.
Que se come el temor
al hambre de ser parte.

Cuadras inundadas de
gotas antropomorfas
y es evidente,
no nací para formar
parte de una gran torta
sin gran sabor.

E invade la soledad,
la triste compañía
de mi mente consciente
en rienda suelta a la locura.
Y si freno es porque
si no lo hago, muero.

No hace falta ser
gran genio para concluir
que no me gustan las corrientes,
y no soy rebelde
ni idiota poderoso,
pero soy parte, igualmente.

En un cuadro siniestro
y falto de color
y emoción, no logro distinguir
ni mi propio yo,
y a lo lejos aparece,
una sonda al calor.

Y distingo, por fin,
de lo común y corriente,
la imagen que encanta
y pinta libros enteros
de aventura, pasión
y novelas de trama insuperable.

Ahí viene la musa
que hace que las masas
se vean apacibles.

Ya logré sobrevivir.

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