Esa muchedumbre que
me ataca sin saberlo...
Es una masa uniforme
y me siento solo, y es contradictorio.
Que se come el temor
al hambre de ser parte.
Cuadras inundadas de
gotas antropomorfas
y es evidente,
no nací para formar
parte de una gran torta
sin gran sabor.
E invade la soledad,
la triste compañía
de mi mente consciente
en rienda suelta a la locura.
Y si freno es porque
si no lo hago, muero.
No hace falta ser
gran genio para concluir
que no me gustan las corrientes,
y no soy rebelde
ni idiota poderoso,
pero soy parte, igualmente.
En un cuadro siniestro
y falto de color
y emoción, no logro distinguir
ni mi propio yo,
y a lo lejos aparece,
una sonda al calor.
Y distingo, por fin,
de lo común y corriente,
la imagen que encanta
y pinta libros enteros
de aventura, pasión
y novelas de trama insuperable.
Ahí viene la musa
que hace que las masas
se vean apacibles.
Ya logré sobrevivir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario