"Que linda te ves... hermosa"
y cortesías de Carreño.
Sube al auto, un tibio saludo
y se esconde al fondo
de toda esa posibilidad concreta
de compartir más profundamente...
y nos alejamos.
y por cada centímetro entre medio
son kilos y kilos de papel escrito
con lamentos del por qué ahora así.
Más tarde se reivindicaría.
Y veo una ruta infinita ahí,
entre medio, y sigues cerca
y estás lejos, y no quieres estarlo.
Lo sé.
Y te avergüenza o nos avergüenza
el mirarnos cerca siquiera,
y no es más que una cuerda rota
por el momento,
repentino sin sabor.
Hasta que vuelva otra vez
la soledad y la calidez que
no nos acostumbra,
pero nos agrada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario