lunes, febrero 27, 2017

milenio

Aprender a mirar otra vez,
sacando hasta el último instante de tus ojos,
agotando mis instancias,
terminándose el aire
ahí
en ese milenio
procuré memorizarme todo.

Pero no hubo caso,
entraba y entraba
y me perdía

y es que cada recuerdo era una nota nueva,
un instante de improvisación
de la piel, de mis manos,
de esa fe que te invade
cerca de un final.

Y me perdía,
me sentía pequeño.

Y pasa el tiempo y no lo memorizo,
me apeno por tener que mencionártelo,
pero no pude
me desconcentrabas.

Me desconcertabas.

Entregado al encuentro
de esa próxima vez
no existía indicio alguno
de querer irse

y así estuve
más milenios
perdido

Caminando me encontré,
sin plan alguno ni pasaje a otro momento
u otra fragancia,
decidiendo que era tiempo de aprender
a ubicarse ahí,
y que esos ojos fuesen el mundo

y que me permitiera viajar,
que me dedicara a mirar
todo por segunda vez,
y sentirse fluir por dentro
abandonarse
e ir entendiendo
que no es normal.

Pasado el milenio
volver y encontrarse un minuto después
en una atmósfera más tensa,
con una agenda ocupada,
con la cabeza en otro lado,
con esos ojos que nunca
sabrás si me encontraron.

Y digo 'hola',
y sonrío,
y no puedo parar de sonreír.

¿por qué tanta evidencia?

Dije 'hola',
nada más.

Por dentro me fui,
me escondí
como abandonado,
sin esa fe reciente
corriendo a una cueva,
corriendo a un matorral
a buscar esa entrada de luz
pa' poder asomarse
y seguir mirando esos ojos.

Y así estuve no sé cuánto tiempo.
No sé qué le habré dicho,
ni siquiera si le caí bien,
si es que fue más bien inoportuno,
pero miraba,
y aprendía,
miraba.

Sigo sin poder dibujarlos,
prefiero no explicar
lo que se siente.

Prefiero creer que no es real,
tal vez así los abrace.

martes, febrero 14, 2017

Barato

esperé que sonara un concierto entero
cargado de sensaciones
y de sentimentalismo barato

pero no lo disfruté realmente,
hago eso a menudo
porque espero ese evento adyacente
que en realidad no tendría por qué esperar.

- Ya tocaron el tema que me gusta?
- Sí, partieron con ese.

Dime por favor por qué no me golpeas
cuando hago eso.

Oye

Está bien,
no tienes por qué compartir tu felicidad conmigo.

Al parecer no hay motivos
para salir en esa escena.

- Todo lo sobreestimas,
todo lo magnificas

- pero, ¿cuál es el sentir real?
¿cuándo es válido?
¿cuándo es mucho?

Se siente, sí;
pero cómo puede haber tanta
asimetría?

- Tampoco te des tanto crédito,
a nadie le interesa esta historia.

inmenso resto

continuamos toda una vida

nos paramos todas las veces necesarias
y nos dolía más que la chucha,

entonces llegábamos a lidiar con el cansancio,
con el silencio incómodo en el resto del día,
con querer contarnos todo

y llegaba el sueño,
y nos quedábamos dormidos.

Y nos decíamos que nos amábamos
porque nos amábamos.

En algún momento de la noche nos abrazábamos
inconscientemente.

Algo de ese abrazo nos decía
que no importaba,
que no es pasado

o sea sí

pero no es pasado,
no para y mejora

sufrimos porque vemos sufrir,
por tener los ojos abiertos,
por darle emoción a la vida.

Así nos vamos constantemente.
queriéndose, abrazándose, besándose
en el suelo, mientras el resto
inmenso resto
camina, mira para otro lado

a veces cenamos en ese mismo suelo,
todavía sucios,
lagrimeados,
desesperanzados,
disgustados, decepcionados

pero nos levantamos para dormir más cómodos,
para saber que hay algo que contar.

O un episodio repetido
para comentar
y para esperar el momento preciso
donde nos reiremos.

Y sabemos que odiamos muy bien en conjunto.