jueves, diciembre 23, 2010

Sable

Tan seguro estaba, que al final nunca fue así.
Y tragarse palabras como sables sin previa experiencia;
con agua y todo a sintetizarlo a la mente
herida de muerte, cuatro veces a las 6.

Y lo poco que queda
me convence que nunca
fue largo el plazo
y la actitud no fue correcta,
ahora el camión puede
tirar la tierra encima,
pero de otra tumba.

Porque yo ya comprendí,
y aunque fuera tarde,
descubrí la sustancia
de la eternidad.

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