Perdí el sueño hace un par de sueños,
en un par de noches imaginadas
siguiendo la luna, mirando el mar.
Seis veces por la mañana,
seis veces las veces que pienso
si es necesario levantarse.
Siquiera si hay que bañarse,
siquiera si hay que desayunar,
comprar pan, estudiar, jugar...
desgastar la vida, lisa y llanamente.
Hace un par de sueños que perdí el sueño,
sí, de los pocos que recuerdo,
si es que lo recuerdo,
pero lo perdí, finalmente.
Pero no es que dé lo mismo,
siendo que no voy tan de la mano
con las circunstancias trascendentales
que van adentro mío,
ajeno a mi propio funcionamiento
de vez en cuando,
es que igual se piensa bastante.
Siendo que en horas en
que se llena el metro
me desdoblo para entrar
a reuniones a las que sólo yo entro,
a las reuniones que organizo,
a los comités de bienvenida a una
nueva aventura que está por empezar.
Aunque no sé si aventura...
Pero valdrá la pena pensar seis veces,
porque si no se tiene motivos,
es porque se busca el motivo.
Te quiero.
Estoy feliz, porque soy yo.
Hoy por hoy es así, soy yo.
Y siempre es hoy.
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