Y entonces sonará una pendejada,
que son cuentos de niños,
que son bailes infantes.
No creo eso, es más profundo.
En la vida se aprende
que es un viaje de ida y vuelta.
Se nace dependiente,
se termina dependiente.
Y entonces sonará una pendejada,
pero a los 80 años
mi madre no está para cambiarme los pañales.
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