Estaba enfermo.
Y fue a una consulta médica.
Le recetó pastillas y una hora
de ejercicios diarios.
Y fue a un psicólogo.
Le recetó pastillas e irse de vacaciones
por un mes.
Y fue a un partido político.
Le ayudaron a denunciar al gobierno
por ineficiente.
Y fue donde su amigo.
Le dio un libro, música docta, algo de trova
y unas cervezas.
Y se sanó.
Las recetas caseras son
las mejores para los dolores del alma.
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