La noche en que la dejó de amar
fue la mejor noche en la vida de ella.
Conoció todo aquello
a lo cual estaba amarrada.
Es evidente que no la amaba
como se debe amar,
y no hay una manera de 'amar'
pero se sabe que la de él
no era la manera de 'amar'.
También es evidente que estar pegado a la pared
no implica que la conozca.
Su cárcel parecía hermosa,
pero las luces,
la hediondez,
la decadencia,
la muerte,
las subidas
eran el verdadero paraíso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario