Si tocamos un poco la tierra
tendremos las manos más limpias que de costumbre,
si subimos al cerro,
si atracamos en el cerro,
si limpiamos a los perros,
si nos comemos la tierra...
nuestro mundo se cae a pedazos,
ese que construimos
un tiempo atrás,
mirando las copas de los árboles.
Al final los árboles
eran antenas de celulares.
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