Toda la noche buscando
un Sol apagado,
un eclipse en las horas de tí esperando
un balcón que mirara mi transgresión.
Un rito y costumbre en unión
a una Julieta falsa;
Novelas quemadas allá en tu cama,
que prendiste en mi acto de defunción.
Un pagano esperando sólo el milagro,
aludiendo al aire en busca de amparo
y tu ley derramada en sangre quedó.
Fue la intención de violar mi propio destino,
rebelde a mi suerte por los caminos,
pateando el paisaje que desterró.
Tu hacha de mano con brillo,
lujo de amnesia, infranqueable barrera;
aprovechas que hoy todo olvido.
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