martes, agosto 10, 2010

Conticinio, tu voz a lo lejos

Rodeas el camino y bajas por tu estero,
un viaje astral, un viaje austral.
Incierto pasadizo al más acá.
¿Y allá qué hay?

De todas maneras,
El fuego se refleja en el agua.

¿A dónde vas?
Tus pasos se escuchan a lo lejos.
Ya están remotos;
Nunca estuviste cerca.

Finalmente, la flor y su sombrero
florecen en invierno.

¿Quedarán acaso las hojas que botaste?
Oh, voraz ventisca, las bañaste en fracaso.
La raíz está perdida en tu tierra infértil
y muchos, muchos metros al infierno.

Seca la herida de una vez, mujer.
No soy tan malo como aparenta.
No es maldad, es poco atractivo, quizás.
Se puede remediar.

Creyendo ser bueno, queriendo también;
No espero ser más que el dictador de tus sueños.
Nada más bello que ser déspota en tus sueños.

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