Cada paso,
cada peldaño,
cada suspenso
que jugaste, que jugaron
para evadir;
ya no sólo la micro
y el metro, cuando están osados,
sino que leyes universales,
brumas de un día caluroso.
Confunde,
ya no sé si leiste
a Foucault o
a Lipovetsky,
o malinterpretas
una novela romántica,
tan patética
como un aleteo UDI.
Hoy no nos toca
hablar de política
porque disfrazamos
nuestra condición de pajeros
con un supuesto miedo,
¿miedo a qué, hueón?
Pero evaden,
ustedes evaden,
y van de la mano,
y no se creen
punks,
no son anarcos,
no son de la jota,
pero evaden.
Y vuelan, buen lejos,
pero no son libres
y no los envidio,
me quedo con
mi pedazo
de mierda.
Y la disfruto
como pocos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario