viernes, octubre 24, 2014

de noche

Como si fuera poco no despertar solo,
como si pudiese olvidar esa caminata,
como si creerse el cuento no hubiese sido glorioso.

La mitad de mí quiere que no me escuches,
y es mejor que no me escuches.

Las luces prendidas toda la noche,
más que un accidente,
la mejor premonición posible.

Sonrisas al pie del local,
una vuelta antes de lo presupuestado,
hacer tiempo dará lo mismo
pues la sonrisa no se borra.

La cuenta a fin de mes, da lo mismo;
de ahorro nunca aprendimos.

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