haría infusiones de té toda mi vida,
me tomaría mi trabajo
y un poco de cerveza,
pero también hay que sufrir,
sino no sería un digno habitante de mi país.
Con un poco de azúcar rubia
me haría 'el diferente',
les comentaría a todos
la toxicidad de la azúcar refinada
y entonces, cuando estén todos espantados,
les ofrecería un té y todos lo rechazarían,
porque no saben tomar té sin azúcar.
Igual lo tomo con azúcar blanca.
Dios mío, que rudo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario