nací en una ciudad pueblo, en los tiempos
donde ya no habían vacas en las calles
y no tenía que pedir boleto en
las carretas estatales por las calles de tierra,
los tiempos apocalípticos
de los casettes y los vhs,
una fuerza grounge y depresiva
que no sentí, hasta que el símbolo
dejó de escucharse en las radios,
cuando todos, todos la escuchaban.
vi la primera generación de pokemon,
creí que de verdad eran 151, luego confié
en totodile y su pandilla porque parecían tiernos
y lloré con la primera película.
crecí en los lados inocentes donde los hombres
ya no eran hombres
y los poderosos los contrataban
secretamente, y yo lo sabía,
me era indiferente,
y mtv era respetable.
Y lloré con la primera película.
siempre estuvo el mismo alcalde,
nunca cambió el pueblo que ya no era pueblo,
jugaba en la calle poco tiempo
pues el pueblo ya no era pueblo,
y sus vacas hoy en fósiles
fueron reemplazadas por una nefasta
actitud delincuencial,
pero yo era niño
y corría a esconderme
como un juego,
los viejos llevaban piedras
y se las tiraban,
quizá era entretenido, pero nunca lo hice.
lloré con la primera película por tercera vez.
tal vez suena horrible,
pero la añoro.
aún no encuentro mis tazos,
nunca los jugué porque no quería perderlos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario