martes, septiembre 30, 2014

Una taza de té se enfría,
una mano tibia no logra cumplir
las expectativas,
nadie sabe quién
normó esas expectativas.

Una taza de té, helada;
una mano fría que logra cumplir
su camuflaje con el fondo
congelado, al borde del hielo,
un trozo de carne cualquiera.

Una taza de té hirviendo,
cayéndose en la mano helada.

Una taza de té ignorada
en medio de un mar de gente.

Una taza de té sin té.

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