Subí al talón más alto,
su tacón era enorme
en su sudor envuelto en sexo,
un cocktail de drogas
que nos introdujo hasta lo más gris de los placeres.
Por rocas de playas
roseadas en su sangre
y el salvajismo que nos acostumbra
perder de vez en cuando
soy mi mejor amante.
sin existencia vaga en un mundo
más amplio que tu corta visión
y se hunde en otra gota de semen
que tragas sin querer
tal vez mientra duermes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario