durante una tarea rutinaria
descubrimos la canción que
nos hubiese definido
hace ya tantos años,
todo tal cual, con sus gritos
y preguntas
y una misma resolución
confusa
es decir, ninguna.
Pero jugamos a la ley del empate:
y si das el partido por perdido?
total, ya fue ese torneo y no afectaría
ni el campeonato ni los premios
ni las sanciones ni las posiciones finales.
algo así como ganar por secretaría?
sí
y no es eso humillante?
acaso dejó de ser humillante
todo ese espacio,
todo ese tiempo?
no creo.
entonces no es humillante.
Ahora favorece la historia,
cambiamos el pasado
de manera imperceptible
al ojo humano.
Hay que fumar un poco
y sonreír de espaldas
buscar ese cómplice invisible
en quien nunca nadie creyó.
martes, febrero 23, 2016
Planos de escape
El cielo me dijo cosas
según la localidad en la que lo observaba.
Se reía de mí,
me quiso confirmar una teoría absurda.
Eran puros planos de escape:
esta es la salida principal
esta es la salida lateral
esta es la secreta, la subterránea
esta salida está inhabilitada
esta salida lo fue, ahora es una muralla.
Cuando quise regresar a casa
no pude ubicar la cruz del sur.
según la localidad en la que lo observaba.
Se reía de mí,
me quiso confirmar una teoría absurda.
Eran puros planos de escape:
esta es la salida principal
esta es la salida lateral
esta es la secreta, la subterránea
esta salida está inhabilitada
esta salida lo fue, ahora es una muralla.
Cuando quise regresar a casa
no pude ubicar la cruz del sur.
Entrando al túnel
Cuando dio sus últimos pasos
pensó justamente en eso,
en lo último
y lo efímero
de un momento
a sabiendas,
sincero sin duda
pero forzado a disfrutarlo.
La vida le ha enseñado
que la paranoia
te destruye
y el engaño que no se conoce
te humilla
y te mata a escondidas
cambiándose el nombre.
Ya entrando al túnel
decide su último deseo;
lo piensa, lo mastica,
trata de armarlo:
una última verdad
o un cuento que me empuje
a la sonrisa
fugaz y eterna a la vez
o pensando en esa última impresión
la que le deja a su círculo.
¿Un disgusto para enmarcar
la culpa y conducir al arrepentimiento?
¿Una sonrisa cautivadora
que evoque nostalgia?
Finalmente,
cobarde o triste,
decide sólo irse.
Le quiso ser fiel a su
vida entera.
pensó justamente en eso,
en lo último
y lo efímero
de un momento
a sabiendas,
sincero sin duda
pero forzado a disfrutarlo.
La vida le ha enseñado
que la paranoia
te destruye
y el engaño que no se conoce
te humilla
y te mata a escondidas
cambiándose el nombre.
Ya entrando al túnel
decide su último deseo;
lo piensa, lo mastica,
trata de armarlo:
una última verdad
o un cuento que me empuje
a la sonrisa
fugaz y eterna a la vez
o pensando en esa última impresión
la que le deja a su círculo.
¿Un disgusto para enmarcar
la culpa y conducir al arrepentimiento?
¿Una sonrisa cautivadora
que evoque nostalgia?
Finalmente,
cobarde o triste,
decide sólo irse.
Le quiso ser fiel a su
vida entera.
cachetada
Un mordisco.
Sólo un mordisco hubo
en esa escena
como esa
cachetada
que se pide cuando uno
confunde realidad.
Quizás fue un beso
y quizás no fue un instante.
Sólo un mordisco hubo
en esa escena
como esa
cachetada
que se pide cuando uno
confunde realidad.
Quizás fue un beso
y quizás no fue un instante.
domingo, enero 17, 2016
Lo llamé misterio
Creo escuchar esa voz que pretende esconderse
atareada
por la expectativa
que la persigue.
Pero yo la quiero porque sí.
Entonces cae el silencio
aquel que me dice
sé lo que estabas haciendo
y yo que le digo
no me queda de otra.
Y así te van saliendo las palabras,
lento,
hasta que rodeo tres puertas distintas.
Una cocina
un dormitorio de visitas
la salida a la calle.
El azar me hizo escapar,
pero yo lo llamé misterio.
atareada
por la expectativa
que la persigue.
Pero yo la quiero porque sí.
Entonces cae el silencio
aquel que me dice
sé lo que estabas haciendo
y yo que le digo
no me queda de otra.
Y así te van saliendo las palabras,
lento,
hasta que rodeo tres puertas distintas.
Una cocina
un dormitorio de visitas
la salida a la calle.
El azar me hizo escapar,
pero yo lo llamé misterio.
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