Vuelta por el Universo

Un viaje más allá de cualquier cosa. Un viaje más allá de cualquier pero, de cualquier límite. Labelleza de volar y soñar, soñar volando, volar soñando.
Y hoy que estás esplendida y que todo lo iluminas, demos un paseo... Vuelta por el Universo.

Lindo, lindo. Tener mucho tiempo libre y darse cuenta que uno no ocupa bien ese tiempo libre por una razón: temor. Y ese temor tan... contradictorio en algunos puntos, impreciso en otros. Es todo aquello que me hace recordar. Todo aquello que me hace ver que todo está muy lejos, pero está tan cerca que no puedo decir que está lejos. Miedo a perder.

Es donde uno se llena de melancolía y frustración. Donde uno por no querer perder, no gana nada. Y se vacía el estanque mental, la sangre corre despacio y ese maldito sentimiento de ansiedad, tensión y nerviosismo. Ya me siento renunciado, renunciado a seguir buscando esa estrella que se ve preciosa y cercana, que ilumina e inspira; pero que sin una nave no se puede alcanzar, y cuando se alcanza, es demasiado amplia y a veces, imposible de tocar...
Tú, estrella, la única compañera de esa Luna que inspira y que encanta, hoy no te veo y no te siento. No iluminas y sé que es por una nube, una simple nube, pero quizás no fui yo quién creó esa nube. Ya no es una plataforma placentera, es demasiado lejana y demasiado esquiva. Fría.

Y tú, esa roca en la que escribí mi historia, que hoy se lanza al mar, cansada de ser y estar ahí, como tope del acantilado, impidiendo el paso de palabras que se suicidan, de frases de amor lanzadas al aire... que justamente se llevó el mar. ¿Fue algún movimiento subterráneo? Yo no lo provoqué, insisto. Mi radar geológico tampoco sintió ese movimiento y no fue por ninguna resaca, fue falta de información. Y no fue mi culpa, re-insisto.

Si vuelven, perfecto.
Si se pierden allá, lejos, perfecto. Ya veré.

Hoy por hoy toma mi mano, siempre está ahí. Toma mi mano y vamos...
Vuelta por el Universo...