Del balcón se ve un balcón,
edificios que miran edificios,
que violan entre cerros,
que son cómplices.
Nadie entiende su romanticismo,
nadie cree en sus palabras,
pero todos saben de su amor.
Todos saben que ellos saben
que su amor no es eterno,
que se desgasta en movimientos,
que se derrumba
y reconstruye muy lejos de ahí.
En la línea de la construcción,
se sabe por qué
los edificios están más abajo que los constructores,
aunque pocos constructores sepan
de verdad, todo lo que trata la vida,
la simpleza, el trabajo
remunerado sin dinero.
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